"Porteño de nacimiento, brasileño de corazón"

(porteño es el gentilicio para los de Buenos Aires)

Hoy mi día comenzó temprano. Fue uno de esos días nublados, raros, sin sombras, en que la luz llega de todos lados y no hay manera de tener una idea de la hora que es sin un reloj. No disfruté, como ya es costumbre, caminando de mañana por las calles de Curitiba. Traía un gorrito no por el frío que estaba haciendo, sino para tapar la infección fea que desde el domingo me agarró un ojo. No estaba particularmente de malas, mas bien andaba con esa actitud medio apagadona de quien hubiera preferido mil veces quedarse entre las cobijas de la cama.
Llegué a la copiadora a imprimir un trabajo que tenía pendiente. Como es semana de exámenes para todas las universidades de aquí, el empleado me dijo que tendría que esperar unos 20 minutos para que estuviera listo mi pedido. 'No hay problema, aquí espero' le respondí con un terrible portugués, que de plano no reconzco. Repito que lo que yo quería era haberme quedado en mi cama.
Me siento en la salita de espera improvisada y para no dormirme saco el libro de la semana. Pero no alcanzo ni siquiera a encontrar la página en la que me había quedado, cuando el que estaba sentado enseguida de mí me interrumpe.
- ¿Tu eres argentina?
- No, mexicana. Usted sí es argentino, verdad?
- Porteño de nacimiento, pero brasileño de corazón. Que estás haciendo por acá?
Me hubiera gustado contestarle algo así como "averiguando si soy mexicana", pero me fuí por la respuesta aburrida:
- Intercambio universitario. Estudio arquitectura.
- Eso es lo que dices, aunque de seguro ni tú te lo crees. Eso del intercambio ha de haber sido la excusa para venirte, pero definitivamente no es lo que estás haciendo por acá.
Ah, chingado porteño-brasileño!
Me deja callada y no puedo más que sonreirle. Él también sonríe.
Los veinte minutos se me van volando con este caballero argentino entre pláticas de extranjeros en Curitiba, la nostalgia, los turistas, los tesoros secretos. Volaaaando.
Cuando me llaman para avisar que mis impresiones están listas me despido de él.
- Muchas gracias por la conversa. Siempre es bonito encontrar con quien poder platicar en español.
- Más bonito todavía cuando con quien se platica es una muchacha tan linda. Que tengas muy buen día, hoy te ves muy bien.
Salgo de la copiadora y el día ha cambiado completamente desde que entré. Viejo verde o no, este viejito con sus 3 cabellos blancos, orejotas, y mano temblorosa sosteniendo el bastón es la razón por la que para mí el Sol haya salido.