: Travelling with Charley :

vuelo: MEXICO - SAO PAULO GUARHULOS

Cuando se escribe el nombre del aeropuerto enseguida del de la ciudad, queriendo decir que hay más de uno, una se asusta. Sobre todo considerando que en la Cd. de México (la Cd. de México!) solo tiene uno. Caray, pues que tan grande será allá?

Despedirse de tu país con una vista aérea de la ciudad más grande del mundo deja un sentimiento lindo adentro. Hace 20 minutos (no es broma) que despegamos, y no se han dejando de ver luces en la tierra. Solo corta ese mar de puntitos dorados la silueta de los cerros. Otro detalle bonito.

Siendo sonorense uno empieza a ver a los cerros como personajes, como compañeros. Allá va a estar sin falta el Tetakawi para recibirnos cada agosto, lo mismo que el Cerro de la Campana cuando regresemos a casa. Se les agarra cariño, poco falta para que se les dé una voz.

Estaba viendo por la ventanilla pensando que la última vez que salí del DF me tocó el plus de alcanzar a distinguir las pirámides de Teotihuacán desde arriba, cuando entre las luces de abajo se empieza a definir la silueta de una mujer acostada... dormida? Puro paro!! (como diría fov, de quien me pudo mucho no haberme despedido ): ) pero sí. Era el Izta, y por si quedara duda, el Popo, regio y orgulloso, enseguida. No sé si será por la altura, pero luego luego me viajé. Que se me aparecieran estas figuras, los guardianes del Anahuác, las mismas por las que pasaron Cortés y la Malinche camino a Tenochtitlán para engendrar nuestra patria, me hizo sentir que no solo yo me despedía de mi país, sino que él también se despedía de mí.

Me quedan otras 9 horas de vuelo. Tenía que entretenerme inventando algo.

Anuncian que nos van a ofrecer cena caliente, desayuno mañana, bar, y las peliculas del Guardián y El Ilusionista (lucky!).

Mi asiento de junto viene vacío. Voy a dormir tan agusto! A menos que el gordito que se cree animador de fiestas siga en su rollo. Parece que soy la única mexicana non falante do portugues en el vuelo, por que todos los demás se ríen a mas no poder con el gordito. Me siento rara quedándomele viendo sin encontrarle el chiste. Sem dúvida, os brasileiros sao personas muito sociales.. e desinhibidas. Del otro lado del pasillo un tipo está roncando a pierna suelta extendido en 3 asientos.

Que envidia.

Tengo la buena? mala? rara costumbre de despertarme a ver el amanecer siempre que viajo de noche. Yendo al sur, mi 25A me queda ideal. Sobre donde me irá a tocar? Lo más seguro es que nunca me entere.

Llega el menú para la cena y me ofrecen pollo o res. Res!! Por otro lado, regresando a México, definitivamente tengo que aprovechar las tiendas duty & tax free. Sobre todo si voy a estar regresando por Navidad.

Vaya que se tarda la cena!

He confundido el foco del ala del avión con la luna unas 20 veces, y ya me molesta seguir cayendo.

Me gustaría animarme a hablar con alguien antes de aterrizar. Enfrente de mi viene una pareja mayor (él de mala gana me ayudó a subir mi equipaje de mano a la gaveta, pero me ayudó). Atrás viene una parejita de novios que vienen regresando de Cancún (con este frío?) y del otro lado del desinhibido jetón, un muchacho que me a tocado cachar asomándose como queriendo adivinar que tanto escribo.

Cabe mencionar que el 15% de los pasajeros viene con un sombrero de charro de esos que hay en las tiendas de souvenirs, y camisetas turisteras de Vallarta, Puebla o Tampico. Y yo con mi boinita y mis 3 chamarras bien nice, me siento bien apátrida.

Hablando de la boinita, no me la voy a poder quitar hasta que (turbulencia!) llegue a mi cuarto. A estas alturas he de tener una raya bien marcada en toda la frente.

Ahí viene el carrito de las bebidas y yo nunca encontré mi menú. No puedo dejar de imaginarme al Carlitos Amezcua cada vez que pasa el aeromozo. Y aquí viene otra vez!

Buenas noches y buen provecho.